Javier Gómez Noya ha logrado cinco mundiales de triatlón gracias a su experiencia y fortaleza mental.
Pero antes de eso, el triatleta español ha tenido que aprender de situaciones difíciles, como la que vivió hace 13 años en los JO en Beijing, donde sólo pudo ser cuarto después de ser superado por Jan Frodeno, Simon Whitfield y Bevan Docherty en el sprint final.
“A Beijing 2008 llegué lesionado y fue mi culpa. Aumenté los entrenamientos, metí más volumen en lugar de mantener la cabeza fría. Sabía que el exceso de entrenamiento no me estaba ayudando y estaba aumentado los riesgos. Podía lesionarme y lo hice”, recordó el ferrolano, quien declaró al final de la prueba que había tenido problemas estomacales después de no digerir bien el gel que tomó en el segmento de la bicicleta.
“Ahora me doy cuenta y soy mucho más cuidadoso con mi cuerpo. Este enfoque me ha ayudado a evitar lesiones y a ganar más carreras”.