Si no se lleva a cabo una correcta preparación física y un entrenamiento estricto, las consecuencias de un Ironman suben a un siguiente nivel.
El mero hecho de poder completar un Ironman es digno de admiración. Sin embargo, se debe tener en cuenta todos y cada uno de los procesos a los cuales se someterá el cuerpo humano durante la prueba.
En este artículo hablaremos del «ANTES» y en dias posteriores hablaremos de lo que sucede «DURANTE» y «DESPUÉS» de la carrera.
La preparación del cuerpo ante el Ironman
Aunque en un principio combinar actividades tan diferentes como la natación, el ciclismo y la carrera pueda dar sensación de una “combinación amena”, cuando se empieza un triatlón de estas características, el cuerpo humano tiembla.
Para prepararse, el organismo empieza a potenciar el flujo sanguíneo por venas y arterias; asimismo, las células musculares ponen su maquinaria a plena potencia para poder ser capaces de quemar glucosa (azúcar) y triglicéridos (grasa) de la forma más eficaz posible mediante sus propios “hornos internos“, las mitocondrias. Esto generará los conocidos como radicales libres, capaces de dañar las membranas de las mismas células, produciendo el daño muscular asociado a una actividad vigorosa de estas características. Sí, un Ironman duele, y mucho.
De hecho, tan solo con completar un Ironman el cuerpo humano sufre una situación similar al envejecimiento producido por el paso de 20 años, aunque la prueba “solo” dure unas 12 horas. Aunque, como ya sabemos, las semanas de recuperación posteriores ayudarán a hacer reversible este envejecimiento corporal.
Junto al aumento del flujo sanguíneo (y por tanto un aumento del flujo de oxígeno) y la preparación de las células musculares también se liberan otras sustancias como las hormonas suprarrenales, donde destaca la adrenalina o epinefrina, con el objetivo de regular hasta el milímetro la respuesta cardiorespiratoria al intenso ejercicio que vendrá a continuación.
El juego bioquímico ha empezado, y muy pronto el cuerpo del atleta deberá hacer frente a la termoregulación, la deshidratación, el más que probable daño muscular, la desnutrición y la fatiga.
Referencia: palabraderunner.com