Dom. Sep 24th, 2023

Nombres como el de Jan Frodeno, Patrick Lange o Magnus Ditlev, entre otros, estaban llamados a pelear por el triunfo en el Campeonato Mundial IRONMAN en Niza.

 

Entre los locales, hasta seis en total, todos los ojos estaban puestos en un triatleta que lleva el triatlón en la sangre: Sam Laidlow.

«Realmente, realmente bueno» comentó el galo una vez coronado Campeón. «Cuando te entregas a algo durante más de veinte años y lo logras… ha sido un largo recorrido, aunque solo tenga 24», añadió, haciendo alusión a su temprano inicio en este deporte.

Desde el segmento de natación, ya se perfilaban a los favoritos, con grandes nombres como Frodeno y Clement Mignon surgiendo del agua. Pero fue el ciclismo donde Sam hizo historia.

«Los últimos 15 kilómetros en un IRONMAN, sin importar cómo te sientas, si eres el primero o el último, quieres rendirte. Es muy, muy duro», explicó el francés.

«Había una parte de mí que el año pasado no sentía esto porque pensé en la carrera. No tenía el mismo sentimiento porque estaba en primer lugar».

El ciclismo ha sido clave para definir a los favoritos, pero Sam supo gestionar su energía.

«A diez kilómetros de meta, cuando estaba en primer lugar, podía casi continuar caminando y aún así terminar décimo y habría estado contento», afirmó.

«Desde fuera, tienes la impresión de que el corredor ya ha ganado, pero nunca es seguro. Y hasta el último giro, realmente no fui consciente de que sí, de que estaba a punto de ganar».

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