La estadounidense Gwen Jorgensen (02h 03’51”) protagonizó otra actuación inolvidable en la Copa del Mundo de Karlovy-Vary, República Checa, el pasado domingo, al superar a la neerlandesa Rachel Klamer (02h 03’55”) y así ganar el oro de la competencia.
La dupla se había enzarzado en una batalla increíble en la segunda mitad de los difíciles 10 kilómetros a pie, batalla que continuó hasta la meta antes de que Jorgensen acelerara para desprenderse de Klamer y ageniarse una prueba en semanas al hilo.
Detrás, la número uno de la carrera Marlene Gomez-Goggel (02h 04’12”) se quedaba con el bronce luego de cumplir una pena de 15 segundos por una violación a las reglas concerniente al casco.
En la varonil, el estadounidense Morgan Pearson (01h 51’55”) se sumó al éxito de Jorgensen y también ganó el oro y su primera Copa Mundo con un estilo dominante en uno de los circuitos más demandantes del calendario.
El primer clasificado de Estados Unidos para competir en París 2024 nadó con maestría ubicándose en el primer pelotón, y cuando fue alcanzado en la mitad del recorrido en bicicleta, se hizo cargo de la situación rápidamente y se alejó de sus rivales. Nadie pudo mantener su ritmo y la brecha aumentó vuelta a vuelta hasta la meta.
Detrás, Mark Devay (01h 53’07”), de Hungría, y Jonas Schomburg (01h 53’10”), de Alemania, dieron todo un espectáculo. Los dos atletas estuvieron a punto de subir a un podio de Copa Mundo en muchas ocasiones, y en esta oportunidad, se encontraron solos para definir el orden en el que lo harían. Devay pudo superar al alemán luego de tres arduas vueltas a pie y quedarse con la plata.
El único mexicano en competencia fue Fabián Villanueva, quien logró el lugar 20, parando su crono en 01h 56’19”.