Siguen las bajas para la edición 2022 del Campeonato Mundial de Kona, ahora con el anuncio del británico Joe Skipper y del canadiense Cody Beals de, posiblemente, no asistir por cuestiones económicas.
Tras el retiro del multicampeón Jan Frodeno de la competición en Kona, ahora, Skipper considera la posibilidad de no viajar a la Isla, pese a tratarse de una cita muy especial, pues supondrá el regreso del Mundial IRONMAN a Hawaii después de dos años de ausencia por culpa de la pandemia. Mientras, Beals dijo que este año, la prueba no cumplió con sus requisitos.
Pero, a diferencia de Frodeno, los motivos de ambos triatletas profesionales no son de salud, sino por cuestión de dinero, pues piensan que los costos para acudir han subido en exceso.
«Estoy considerando seriamente no ir con todo lo desorbitadamente caro que todo parece ser. Es muy poco probable que corra en Kona este año, afirmó el británico, ganador del pasado IM de Gales, en conversaciones que hicieron públicas desde Triathlon Mockery Podcast.
«Tenía ganas de correr los mejores del mundo y mi entrenamiento ha ido muy bien, pero después de tener problemas con los vuelos y de alojamiento (pues, tenía reservado un alojamiento reservado y la mujer canceló y luego triplicó el precio), todo el viaje me va a costar más de 10 mil libras esterlinas. Es más de lo que puedo pagar así que no creo que vaya a estar allí este año».
En días pasados, fue Beals el que se unió a la queja de los altos costos por alojamiento, por lo que ha decidido dar un paso atrás.
El triatleta canadiense confirmó en sus redes sociales que no estará en Kona el próximo 8 de octubre.
Si Skipper dejaba una pequeña puerta abierta con sus declaraciones, el ganador de IRONMAN Lake Placid ha eliminado cualquier posibilidad.
«Kona no cumplió con los requisitos este año, literalmente. La fórmula financiera realmente no tenía sentido debido a los costes exorbitantes del viaje», dijo el subcampeón del IRONMAN de Wisconsin 2022.