Como era de esperarse, la vuelta de Gwen Jorgensen al triatlón de alto nivel no ha sido fácil.

Pero quizás, tras sus primeros resultados en copas menores, sí podía augurarse que en poco tiempo pudiese estar peleando por puestos de relevancia en Series Mundiales.

Sin embargo, después del resultado en Cagliari en la Serie de Campeonatos Mundiales de Triatlón, en donde quedó en la quedó lapeada, el camino a los Juegos Olímpicos de París 2024 se atisba un reto muy complicado para Gwen.

«Realmente intenté disfrutarlo», confesó la estadounidense sobre su estancia en la ciudad italiana en un video de YouTube.

Jorgensen admitió que, a pesar de sus esfuerzos, una serie de contratiempos durante las jornadas previas ensombrecieron su experiencia.

«El primer día allí, me quedé atrapada en una tormenta muy fuerte. Luego, nuestra familia enfermó e incluso me mordió un perro», confesó a su audiencia.

«Creo que el gran problema fue mi cabeza. Incluso si en el peor inicio posible, no debería haber salido última del agua. Ese no es mi nivel de condición física».

El día de la competencia tuvo un gran fallo mental y después del resultado ha hablado con su sicóloga y ahora ya pasó la página esperando mejorar en sus próximas carreras.

«Estoy emocionada por seguir adelante y darme otra oportunidad. No voy a rendirme después de una carrera como esa. El fuego todavía arde», contó la campeona olímpica en Río 2016, quien tiene en la mira la próxima Copa del Mundo en Huatulco.