Puede ser tentador regresar a entrenar después de una lesión intentando retomar desde donde te quedaste, un pequeño consejo ¡No lo hagas!
La paciencia es clave al momento de regresar a entrenar después de una lesión muscular.
Para evitar que la lesión regrese y que tú puedas estar aún mejor que cuando te lastimaste, debes entrenar con un enfoque mental como si fueras principiante. Esto significa que debes volver a tomar conciencia de tus fortalezas y debilidades en cada disciplina. Observar honestamente tu condición física, fuerza y velocidad.
Sigue estos siguientes pasos:
- Crea un plan.- Entrenar con un propósito en mente te puede ayudar a mantenerte dentro de lo planeado. Alterna con periodos de base, construcción y tapering. De esta forma reduces el riesgo de una lesión adicional.
- Se consistente pero adaptable.- Para regresar a un estado físico en el que te encontrabas antes de la lesión es un proceso que requiere consistencia. Debes crear una base sólida para construir incluso más habilidades que las que tenías. Esto no significa que no debas escuchar tu cuerpo y adaptar tus entrenamientos en caso de que se encienda alguna alerta. Respeta esas señales y no te preocupes de recortar o adaptar tu entrenamiento a otro que pueda funcionarte mejor como te sientas en un día específico.
- Descansa correctamente.- Descansa adecuadamente, aliméntate correctamente, realiza masajes de descarga y musculares, además de intentar reducir tu estrés para acelerar tu proceso de sanación.
La recompensa será ganar de nuevo tu nivel físico dentro de tus condiciones. Se positivo y listo, es cuando tu cuerpo más te necesita.